Desde hace más de diez años comencé a trabajar con comunidades mayas del oriente de Yucatán, el trabajo sobre ranas y sapos en mi investigación de maestría fue lo que me impulsó desde la ciudad de México hacía la península de Yucatán, parte de los objetivos de investigación era el registro de los anuros de la zona y sus relaciones socioambientales con los mayas de la región. De ahí comenzó una primera inquietud visual que tenía por objetivo la identificación y el cruce de dos tipos de conocimientos distintos sobre algunos aspectos de los animales a los que quería acercarme, por un lado buscaba la guía de biólogos especialistas que me ayudaran a precisar el nombre de las ranitas que había registrado en campo y por el otro, lo conocimientos de las comunidades que comparten hábitat con quienes designan mucho’oob.
Muy pronto me di cuenta que el registro visual no era suficiente, la identificación de ranas y sapos, tanto por parte de los biólogos como las comunidades mayas, está estrechamente vinculada a su sonoridad.
Durante todas las temporadas de campo que le siguieron a esas primeras ocasiones, continué realizando registro fotográfico, sin embargo, con la conciencia de las limitantes que presenta este tipo de registro de una realidad configurada por mi mirada antropológica.
Con el tiempo, mi cercanía con la comunidad de Uayma y la familia de alfareros Espadas Xooc han transformado mi forma de ver el mundo y me han dado la oportunidad de participar de su cotidianeidad pero también de momentos muy importantes.
En la presente serie fotográfica se presentan dos aspectos de la vida de las comunidades del oriente de Yucatán que forman parte fundamental de su cotidianeidad, la siembra del maíz y los cuidadores de la milpa.
La zona oriente del estado de Yucatán ha sido tradicionalmente milpera, el cultivo del maíz y demás plantas que se siembran de manera colectiva y crecen de manera conjunta es fundamental en la dieta local. Parecería que el registro audiovisual de la milpa es algo cotidiano y ampliamente distribuido en la región, sin embargo se ha convertido en un reto debido a los factores humanos y ambientales que cruzan esta actividad. El crecimiento turístico en la riviera maya y Valladolid, ha llevado a muchos campesinos a abandonar sus tierras y dedicarse a otras actividades de prestación de servicios en los principales destinos turísticos. Mientras, el cambio climático aumenta la incertidumbre con la que se vive la agricultura de temporal. En este sentido, creo que el registro visual de este sistema agroecológico tradicional es una forma de dar valor al trabajo campesino de la región.
Vinculado al trabajo de la milpa pero de mucho mayor rareza se presenta parte del registro fotográfico del ritual del nacimiento de un Alux, estos seres son creados para el cuidado de los espacios, vinculados a los campesinos quienes les asignan la tarea de proteger sus cultivos, más allá del valor estético de estas imágenes a nivel etnográficos pocas veces se ha hecho registro de este ritual. Es importante mencionar que tanto el registro visual como la publicación de las fotografías se han realizado con el permiso del dueño del Alux, don Emilio Espadas, quien al recibir a su pequeño ayudante espiritual lo decidió bautizar con mi nombre, haciéndonos tocayos.
Además del trabajo visual y audiovisual que se ha realizado en las comunidades del oriente de Yucatán, se han realizado múltiples entrevistas referentes principalmente a las relaciones ambientales de los mayas. Los fragmentos de entrevistas que se presentan como parte de esta exposición forman parte de los diálogos con los habitantes de las comunidades de Tinum y Uayma desarrollados como parte de mi estancia postdoctoral en el Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, durante dos estancias de campo en el año 2024.
Por último, me gustaría mencionar la importancia del registro visual y audiovisual en la memoria de las personas, comunidades, prácticas, identidad, historia, etc. En este sentido la posibilidad de hacer una fotografía también congela ese momento en el tiempo, ejemplo de esto es la fotografía de don Luis en su milpa, quien durante muchos años fuera un dedicado campesino, hoy ha decidido dejar de sembrar. De esta manera, todos los registros de campo pueden ser de mi autoría pero le pertenece a las comunidades y a las personas, lo que presento en esta serie fotográfica es suyo y mi mirada únicamente es una forma de reconocer su trabajo y reconocerme en ellos.