El presidencialismo mexicano recibió el golpe más duro en 1968
¿Cómo vería una persona en el año 1968 el México de 2018?, cuestionó Imanol Ordorika, investigador del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) para referirse al libro “Ensayos amargos sobre mi país. Del 68 al nuevo régimen, cincuenta años de ilusiones”, escrito por Sergio Zermeño, investigador del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM (IIS-UNAM).
Esta publicación recoge en siete ensayos las reflexiones, deseos e intrigas del que fuera participe en el movimiento estudiantil de hace 50 años. Nos encontramos frente a una transición democrática a la que el propio Zermeño llama “La cuarta condensación”, debido a “la forma en que se han venido juntando todos los actores, movimientos y tropiezos que conforman hoy el partido político MORENA y que es sostenido por un cable muy delgado llamado López Obrador, si se rompe da pavor el desastre que puede ocasionar”.
En este libro, Zermeño viaja entre los 50 años que han pasado desde 1968 a 2018 desde la perspectiva del 68. Una visisión particularmente diferente, pues siempre se aborda el 68 desde la lente del México de 2018, señaló Ordorika. Zermeño a través de su libro, “da una revalorización de la mirada sociológica ante una ciudad y un México roto” ante los enormes problemas de violencia que enfrenta la sociedad, expresó Patricia Ramírez Kuri, investigadora del IIS-UNAM.
El texto aborda lo que fue el 68, con su complejidad y contrastes internos, asimismo, aborda las perspectivas que hay en torno al México actual. “Despúes de 50 años de lucha es necesario hacer un balance y relfexión acerca de los cambios obtenidos a partir del 68”, señaló Julio Labastida, investigador del IIS-UNAM y miembro activo durante el movimiento de estudiantil.
El golpe más duro al presidencialismo mexicano se lo dio el 68, enarbolando una bandera que sigue siendo vigente después de las elecciones del 1 de julio de 2018, es “la vigencia de un verdadero estado de derecho, cuya base de legitimidad responda a las expectativas de la mayoría de la población, particularmente de una izquierda que busque la transformación de raíz de la sociedad”, afirmó el investigador.
El resultado de las elecciones del 1 de julio, responde a un hartazgo de la sociedad civil hacia una clase política corrupta, no solo del Partido Revolucionario Institucional o del Partido Acción Nacional, sino también hacia un partido que quería simbolizar la izquierda nacional, el Partido de la Revolución Democrática. “Ante un vacío se presenta un movimiento social que llega a tener una base popular muy alta, pero también trae consigo una migración de la antigua clase política al nuevo partido hegemónico llamado MORENA“, aseveró Labastida.
La presentación del libro se llevó a cabo el 5 de octubre de 2018 en el Auditorio del IIS-UNAM.
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Prestador de servicio social en el Departamento de Difusión del IIS-UNAM (septiembre 2018-abril 2019)
