La ausencia del Estado de derecho en Guatemala sostiene el culto a San Simón

Interior de una capilla dedicada a San Simón. Fotografía: Rachel Zurer

San Simón es una deidad que gusta de beber, fumar, irse de juerga y tener prácticas proxenetas


En San Andrés Itzapa, Guatemala, se congregan brujos, cakchiqueles y tzutuhiles, además de narcotraficantes, sicarios, halcones y trabajadoras sexuales para rendir culto a San Simón, una deidad que gusta de beber, fumar e irse de juerga, además de tener prácticas proxenetas, relató Blanca Mónica Marín Valadez, académica de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Valadez explicó que hay una diversidad de interpretaciones y asociaciones al santo, los informantes me decían “tu santo no es San Simón, es Rijlaj Mam (Deidad Maya), otros me comentaban que San Simón es Judas Iscariote, incluso que San Simón es el demonio”. De la misma forma hay distintas formas de representar al santo, aunque una dominante es la del hombre blanco, con sombrero, corbata y bigote abundante, aunque existen representaciones sin bigote y con lentes, señaló la investigadora.

Otra de las características del culto al santo es la opulencia y el derroche con el que se llevan a cabo sus fiestas, donde el consumo de alcohol y drogas son comunes durante el festejo. A San Simón le gusta la fiesta y las mujeres, por ende deben ser parte de sus fiestas rituales, explicó Marín Valadez.

La investigadora señaló que el conflicto interno en Guatemala hasta 1980 tenía como causa política la reforma agraria. Después de este año, durante el régimen de Efraín Ríos Montt, el conflicto comenzó a adquirir un corte religioso debido a que Ríos Montt no únicamente era jefe de estado sino también era líder de una iglesia neopentecostal.

Montt se apoyó de los neopentecostales para promover la palabra de dios con el uso de la violencia en conjunto con grupos paramilitares para erradicar la cultura maya. “Fue muy importante este periodo de la guerra para entender el fenómeno y el conflicto religioso en Guatemala”, enfatizó Valadez.

Flujo de migrantes, circuitos de prostitución, tráfico de drogas transfronterizo, falta de oportunidades, desigualdad social y una historia de violencia en Guatemala, son los factores que enmarcan el culto a San Simón, “el santo por sí mismo no significa nada si no entendemos en qué contexto está situado (…) la frontera con México es muy significativa”, apuntó la investigadora, y reiteró que, esta violencia es estructural, la falta de Estado de derecho en Guatemala y el narcotráfico han llenado los vacíos de poder de las autoridades, lo que sostiene el culto a San Simón.

Estas reflexiones se dieron dentro del “Laboratorio de Observación del Fenómeno Religioso en la Sociedad Contemporánea. Ciclo 2019: Religión y Violencias”, coordinado por Karina Bárcenas, Hugo José Suárez, investigadores del IIS-UNAM y Cecilia Delgado, académica de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. El evento se llevó a cabo el día 15 de marzo de 2019 en las instalaciones del IIS.


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