Durante el conflicto, los gobiernos han desplegado campañas mediáticas para abatir a la “otredad”

El conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, que sigue latente en la región, ha visibilizado aún más la presencia de grupos nacionalistas y por ende, su ideología. Así como se identifican los discursos que se esparcen para legitimar los ataques y la ocupación del territorio por parte de Rusia, también se identifica la actuación de grupos nacionalistas ucranianos y algunos grupos neonazis que ya estaban presentes desde hace algunos años en la región.

La construcción de la nación ucraniana

Para la creación de un país es fundamental la construcción de una nación, en este sentido, se buscan raíces compartidas en la comunidad, con el fin de plantear un destino político único y voluntario entre los miembros, afirmó Ana Lilia Alcalá Gómez, coordinadora de Docencia en el Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la Universidad Nacional Autónoma de México.

En el caso ucraniano, se puede encontrar que su territorio ha estado constantemente bajo el mando de grandes imperios, pues desde el siglo XIV al XVIII estuvo bajo los imperios otomano y el austro-húngaro, lo cual generó una heterogeneidad étnica e ideológica en lo que actualmente es Ucrania. Asimismo el haber formado parte de la Unión Soviética llevó a que entraran las campañas de rusificación en el territorio, por lo que la población ucraniana comenzó a adoptar las costumbres, el idioma ruso y la religión cristiana ortodoxa, reiteró Alcalá.

Asimismo, se debe considerar que desde 1945 en Ucrania existen grupos que apoyaron al régimen nazi Alemán, los cuales defienden sus ideales de ultra derecha. Al estar estos ubicados en el Este del país, han sido clave para la desestabilización de la región, esto gracias a sus diversos movimientos que defienden el fascismo, además de sus discursos ultranacionalistas que ponen mucho énfasis en el retorno del idioma ucraniano y se oponen a cualquier campaña rusa.

El nacionalismo ruso

Desde que Putin llegó a la presidencia, en Rusia se ha desplegado una serie de campañas para remarcar la unidad nacional. En un inicio se puso atención en la concepción regional del país, pues al estar entre Europa y Asia, se puede encontrar en la población un híbrido cultural que conlleva a una heterogeneidad dentro del territorio, afirmó José Andrés Fernández Leost, investigador del Euro-Mediterranean University Institute.

La variedad de actividades comerciales que existen lleva a la división entre sectores. Lo cual explica la necesidad de proyectar una imagen fuerte a nivel internacional, con el fin de generar una cohesión interna a nivel ideológico, explicó el investigador.

Este proceso se puede dividir en dos periodos, el primero va desde el 2000 hasta 2010, durante el cual Putin promovió una Rusia en donde se mezcla la modernidad con el autoritarismo; y desde 2010 hasta la actualidad, durante le cual, el presidente ruso ha promovido la idea de la existencia de una enemigo interno que sólo se podrá combatir mediante la autocracia y la religión, expresó Fernández.

Además, en términos de seguridad nacional se habla de la necesidad del despliegue militar del régimen en la región más próxima, pues se defiende que el uso de la fuerza y la amenaza a otros países como parte de la identidad del país, señaló el académico.

Guerra ideológica

En este conflicto se ha hecho notorio que también existe una guerra ideológica en la cual siempre está presente la creación de enemigos, enmarcados en “los otros”. Los gobiernos han desplegado campañas discursivas para abatir a la “otredad”, para legitimar sus acciones y crímenes.

Asimismo, es necesario considerar que dentro de la guerra también hay conflictos entre los grupos que transitan de la ultraderecha hasta una perspectiva más liberal de izquierda, pues esto ayuda a entender el “tira y afloja” dentro de Ucrania que hay entre los grupos neonazis y los grupos liberales que buscan acercarse a Europa, y también cómo influye la campaña ideológica rusa que acompaña la invasión.

Estas reflexiones fueron presentadas el 23 de junio de 2022 en el Seminario Permanente Nacionalismos y Racismos, coordinado por Natividad Gutiérrez Chong, Fernando Vizcaíno y Bruno Miranda, investigadores del IIS-UNAM.

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