Agroecología, una respuesta a la emergencia alimentaría y ambiental

Fotografía: Feria de Productores

Frente a la crisis alimentaria y del medio ambiente es importante encaminarnos hacia una agricultura de la vida


Uno de los grandes temas de nuestro tiempo es la crisis ambiental que pone en riesgo a los seres humanos y a otros seres vivos en el planeta. Al hablar de la naturaleza es inevitable hacer a un lado las relaciones de poder que reducen la vida misma al consumo, pero la ecología política se ha posicionado ante estos escenarios de apropiación de territorios y acumulación devastadora del capital, y trata de encontrar nuevas alternativas para poder solucionar los conflictos que existen tanto a nivel local como global, comentó Omar Felipe Giraldo, profesor de la Escuela Nacional de Estudio Superiores en Mérida de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Crisis civilizatoria y el sistema agroalimentario

Al ser una crisis social, esta deriva de un proceso civilizatorio que obedece y se forma a través de ciertas lógicas que no son congruentes con la forma en que se organiza la vida, señaló Omar Giraldo, y agregó que, a partir de un orden simbólico que conlleva, el uso desmedido de la naturaleza, lo material y la tecnología, se niegan las condiciones de sustento de la vida, como en el caso del sistema agroalimentario.

El sistema agroalimentario no es creado para producir alimentos, sino para producir dinero, esto significa que se ordena de acuerdo a las leyes de la oferta y la demanda en el mercado, argumentó Omar Giraldo.

Este sistema es fosilista, ya que depende totalmente de combustibles que funcionan a partir de incrementos de consumo de energía y minerales, al igual que es técnico, al especializar la producción y simplificar la naturaleza a una lógica capitalista llamada “revolución verde”, la cual consiste en un proceso de creación de paquetes tecnológicos que buscan aumentar la productividad de todos los alimentos.

Para ello se hace un uso intensivo de fertilizantes, biopesticidas, genética animal y diversos agroquímicos bajo el supuesto de abastecer de alimento a la población global por su aumento, cuando en realidad lo que pasa es todo lo contrario ya que genera graves impactos ambientales, señaló el Giraldo.

Agronegocios y sus consecuencias

Entre las principales consecuencias del sistema agroalimentario se encuentra el caso de los monocultivos, que a pesar de ocupar el 80% de las tierras cultivables en el mundo, solo producen el 30% de los alimentos, ya que gran parte no está enfocada en abastecer alimento sino para producción industrial. También el sistema alimentario suele homogenizar las tierras al cultivar solo ciertos granos de ciertos alimentos a nivel global, lo cual afecta en las regiones ya que reduce la diversidad de la tierra, tanto su flora y fauna al igual que se vuelve susceptible a plagas y enfermedades, explicó el académico.

Aunado a esto, el uso desmedido de pesticidas para controlar las mismas plagas que propicia el sistema hace que la fauna polinizadora, insectos y otros métodos naturales se vean reducidos y estén atravesando por una extinción masiva de la biodiversidad, señaló Omar Giraldo, y agregó que, el propio agronegocio también es responsable de muchas crisis hídricas y forestales, ya que consume el 70% del agua a nivel global, al igual el agroextractivismo es responsable del 70% de la deforestación mundial, esto sumado al monopolio de las empresas de alimentos que en su mayoría son causantes de los efectos que vivimos actualmente del cambio climático hacen que el panorama no se vea alentador.

Soberanía alimentaria y las constelaciones agroecológicas

Muchos pueblos y regiones de forma simultánea han ido ganando autonomía, territorios y experiencias que contribuyen al movimiento de la agroecología, una alternativa real y de resistencia ante el sistema agroalimentario. La red que han formado diversas experiencias en comunidades y pueblos se puede considerar una “constelación agroecológica” que abarca toda una red de saberes, prácticas y múltiples organizaciones que educan hacía una soberanía alimentaria, expresó Omar Giraldo.

Podemos encontrar como respuestas agroecológicas desde las prácticas agrícolas comunitarias, cooperativas alimentarias, movimientos por la educación del campo y organizaciones en defensa de la tierra de campesinos e indígenas. Cada experiencia ha aportado alternativas alimentarias tanto a nivel territorial, nacional e incluso internacional, mencionó Omar Giraldo.

Estos proyectos incluso pueden encontrarse en zonas urbanas, como en el caso de los ecobarrios, redes de mercados y tianguis. Sin este tipo de acciones va a ser imposible poder hacer frente a esta crisis ambiental y de civilización, señaló el académico, y agregó que, es necesario llevar el dialogo y el trabajo conjunto de la mano para encontrar una verdadera agricultura de la vida.

Esta reflexiones se llevaron a cabo el 2 de mayo del 2023 durante la videoconferencia “Ecología Política de la Agricultura: la respuesta agroecológica ante la crisis civilizatoria.”, dentro del seminario seminario Ecología Política y Estudios Socioambientales, coordinado por Elena Lazos Chavero, investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, Leticia Durand, investigadora del CRIM-UNAM, Fernanda Figueroa, profesora en la Facultad de Ciencias de la UNAM y Patricia Ávila, investigadora del Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad de la UNAM.


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