* La sobre explotación del subsuelo de la Ciudad de México genera inundaciones, hundimientos y grietas

Ciudad de México, 8 de noviembre de 2017.- Durante la construcción de tres torres de departamentos en el predio de Avenida Aztecas 215, en el pueblo de Los Reyes, Coyoacán, se perforó el manto acuífero somero, lo que detonó la organización vecinal que se opone a la obra de la inmobiliaria Quiero Casa. A partir de un plantón, que duró 7 meses, surgió una asamblea de vecinos que han realizado investigaciones, las cuales arrojan que 5.5 millones de litros de agua del acuífero son tirados al drenaje sanitario, 65 litros de agua por segundo se desperdician durante las obras en este predio, afirmaron los vecinos de la zona.

La obra de esta inmobiliaria, que es la segunda más grande en México, ha violado el uso de suelo vigente, y muestra su desinterés en el problema de escasez de agua en la zona y los daños ambientales a futuro, señalaron los afectados, y reiteraron que, las autoridades son cómplices de estos daños.

La ciudad se localiza en una cuenca, por lo que es necesario repensar cómo no afectar el flujo hídrico, se requieren soluciones que permitan que el agua pueda entrar y salir sin ser perjudicial. Con el cambio del subsuelo estamos reduciendo entre 8 y 10 por ciento la infiltración del agua para la cuenca, ya que se infiltra el 25 por ciento, 414,750 metros cúbicos al año de la lluvia, expresó Luis Zambrano, investigador del Instituto de Biología de la UNAM.

La sobre explotación del subsuelo, que es resultado de la falta de planificación y gestión responsable de la ciudad, genera inundaciones, hundimientos y grietas. En la ciudad existen casos emblemáticos de devastación como son SAC Tarango, B-Grand Copilco, Torre Gran Sur y Aztecas 215, donde se observa la voracidad de ciertas compañías inmobiliarias que no consideran una visión socio-ecológica, resalto Zambrano.

La construcción de nuestra ciudad está cimentada bajo los principios de acumulación y posesión, un fenómeno en el que inmobiliarias y gobierno hacen alianzas para capturar el valor producido por la gente y convertirlo en ganancia privada. Estos proyectos están recubiertos por despliegues estratégicos que permiten el enriquecimiento de inversionistas, financieros y funcionarios públicos, puntualizó Rodrigo Gutiérrez, investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.

Las inmobiliarias se apropian de recursos externos sin regresar un peso ni retribuir nada, todo esto se reproduce en corrupción, expresó el investigador durante el Seminario Universitario de Sociedad Medio Ambiente e Instituciones, coordinado por Leticia Mérino, investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.

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