Bajos ingresos, trastornos mentales, violencias y desprotección: las otras epidemias que padece México

Sanitización de edificios públicos de la Ciudad de México por la pandemia de COVID-19. Fotografía: EneasMX/Wikimedia Commons

Académicas y académicos compartieron reflexiones sobre las vulnerabilidades experimentadas por la población latinoamericana durante la pandemia


La pandemia de COVID-19 en México mostró con lupa la realidad de nuestro sistema social, a partir del aumento de contagios y las medidas de prevención establecidas en el país se evidenciaron las debilidades en los sistemas e instituciones públicas, además, debido a la austeridad y a la eliminación de instituciones y programas públicos, se empeoró la capacidad de atención a la población, mencionó Enrique Valencia, profesor e investigador en la Universidad de Guadalajara.

Es necesario considerar que en México existe una “sindemia”, es decir que se presenta una articulación de una serie de desigualdades dentro de la población, el país experimenta una epidemia de bajos ingresos, de enfermedades y trastornos mentales, de violencias y de desprotección, señaló Mario Luis Fuentes, Investigador del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Esto se traduce en una deficiencia en la capacidad de resiliencia de las y los mexicanos, lo que significa una mala capacidad de respuesta ante las crisis a partir de un cúmulo de sentimientos de desprotección en todos los espacios importantes de la vida diaria, como los lugares públicos, las escuelas y sobre todo los hogares, afirmó el académico.

Esta cuestión fue sumamente visible dentro del Sistema de Salud Público en el país, el cual mostró sus debilidades frente a la gran demanda por el aumento de contagios de COVID-19 a lo largo de la pandemia. Ante esto, Enrique Valencia enfatizó en la necesidad de fortalecer un sistema unificado de salud pública, además de la relevancia de promover fuertemente la inversión en el servicio y en la infraestructura.

Las afectaciones en las infancias

Una de las grandes problemáticas que se evidenció ante la pandemia de COVID-19 fueron las malas condiciones en las que se encuentran los centros educativos públicos. Mario Fuentes señaló que alrededor de 17 millones de estudiantes asisten a una escuela con carencias, principalmente de infraestructura como falta de mobiliario, falta de agua o de conexión con el drenaje.

Se calcula que las infancias mexicanas tienen un rezago educativo estimado de 2 años de escolaridad, lo cual presenta un gran reto para las instituciones educativas, afirmó el investigador.

Por otro lado, Nora Nagels, profesora de la Universidad de Quebec indicó las deficiencias en las políticas de cuidado infantil en el país, principalmente en las estancias infantiles creadas por la Ley Federal sobre la Igualdad entre Mujeres y Hombres de 2006, las cuales tienen el fin de ser un apoyo para las madres trabajadoras. Este programa presenta debilidades debido a la falta de capacitación y especialización de las mujeres que las dirigen.

Por tanto, es necesario modificar el diseño de estas políticas que, si bien están enfocadas en mejorar la inserción de las mujeres en el mercado laboral para reducir los niveles de pobreza en estas, se debe poner atención en que estos espacios garanticen el correcto desarrollo social y psicomotriz de las infancias.

Las afectaciones en otras latitudes

Otro ejemplo del impacto de la pandemia de COVID-19 que permitió visualizar las deficiencias de las instituciones públicas es el caso cubano. Ya que después de la reforma institucional diez años atrás, es visible un proceso de masificación de la pobreza en la isla, la cual se agrava por la política externa de Estados Unidos y sobre todo de la pandemia, afirmó Rosa María Voghon, académica cubana.

En este sentido Voghon enfatizó en la búsqueda permanente del equilibrio de las instituciones políticas, la promoción de medidas que no únicamente sean coyunturales y sobre todo modificaciones en el sistema económico, el cual, según la académica, debe repensarse. Esto con el fin de detener la expansión del empobrecimiento de la población cubana y por ende mejorar su calidad de vida.

El caso de Uruguay nos presenta otra perspectiva del manejo de la pandemia, puesto que en este país se promovieron políticas de facilitación de prestaciones sociales hacia la población más vulnerable, principalmente de aquellos que laboran en el sector informal. Este ejemplo presenta un escenario en donde la creación de oportunidades mediante el apoyo a aquellas personas con condiciones laborales complicadas puede ser una oportunidad para garantizar la seguridad de la población, explicó la doctora Carmen Midaglia, académica de la Universidad de la República, Uruguay.

El panel titulado “Vulnerabilidades y políticas de inclusión social” se llevó a cabo el 7 de junio de 2022 en el Auditorio del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM, en el marco de la 9° Conferencia Latinoamericana y Caribeña de Ciencias Sociales. Todas las actividades de la Conferencia CLACSO 2022 con sede en el IIS-UNAM fueron coordinadas por Alicia Ziccardi, investigadora de dicha institución.


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