¿Cómo puedo cuidarme?

El bienestar físico, mental y emocional tiene mucho que ver con la autoayuda y el autocuidado, pero, sobre todo tiene que ver con los imperativos que la Pandemia nos enseña constantemente: cuidarte sabiendo que formas parte de un todo que llamamos el universo; y cuidarte aprendiendo constantemente a adaptarte a las circunstancias para llevar una vida sana, es decir, para que sea una buena vida, agradable y hermosa. Sin duda, además de éstos puntos de vista hay muchos otros y muchas experiencias de cómo cuidarte bien, por lo que solamente voy a compartirte dos propuestas que, si son desafiantes para incorporarlas en tu vida, posiblemente resulten sugerentes:

La primera propuesta de autocuidado que vamos a comentar afirma que:

“El ser humano forma parte, con una limitación en el tiempo y el espacio, de un todo que llamamos «universo». Piensa y siente por sí mismo, como si estuviera separado del resto; es como una ilusión óptica de la conciencia. Esa ilusión es una cárcel que nos circunscribe a las decisiones personales y al afecto hacia las personas más cercanas. [Por lo tanto] Hay que traspasar sus muros y ampliar ese círculo para abrazar a todos los seres vivos y a la naturaleza en todo su esplendor.”

(Albert Einstein)

Así que cuidarte siendo parte de todo lo que te rodea, de todo lo que ocurre, puede significar un motivo positivo que te mueva a involucrarte, a responsabilizarte mejor de lo que vives, sin dejar de compartir y divertirte.

La segunda propuesta de autocuidado para el bienestar común es del psicólogo Milton H. Erickson quien ayudó a sus pacientes a encontrar motivos propios para salir adelante, para restaurar su salud física, mental y emocional. Entre los principios de su práctica médica, destaca el que nos dice:

Para sanar lo que pasa con tus emociones, simplemente muévete, deja que las emociones que sientes te activen. Mueve tus emociones, es algo que sucede porque estás vivo y porque tú y todo cambia constantemente. Entonces, decide ir, decide a moverte hacia lo que te hace bien, no a lo que te hace mal. Date cuenta y actúa, encamínate a lo que mejora tu capacidad benéfica.

Así que cuidarte puede significar también ir hacia la justicia, la valentía, la templanza, la magnificencia, la magnanimidad, la liberalidad, la prudencia y la sabiduría: Todas ellas virtudes aristotélicas con las que vives bien.

Conocemos muchos consejos sobre ¿Cómo cuidarte?, seguramente todos sirven. Ya sabemos que para cuidarte hace falta que lleves una vida sana. Y otra vez, como tanto nos lo enseña la Pandemia (con tanto dolor y más de 5.4 millones de muerte en todo el planeta y con más de 300,000 muertes en nuestro país), la salud es un asunto de todos: cuidarnos entre todos es cuidarnos nosotros mismos. Está más claro que todos somos cada uno.

Sólo que aprender a ser una parte que se da cuenta, decide y actúa en consonancia con los demás y con lo que existe no es tan fácil. Hay que hacer esto que te hace bien, aprender a sentir buenos sentimientos, saber cómo tener emociones sanas y sobre todo saber cómo aliviar esas otras emociones insanas que nos lastiman, aprender a pensar bien, no mal, saber soñar con lo que te hace bien y no con lo que te hace mal. Esto que aprendemos tiene sus dificultades y a veces, saberlo bien nos toma toda la vida.

Claro que para actuar conforme a estos dos criterios de: ser parte responsable de todo lo demás que te abraza y te incluye; y lograr mover tus emociones con fuerza vital, positiva, pueden confirmar muchos consejos para llevar una vida sana y que ya nos son bien conocidos:

1. Aliméntate lo suficiente y respira bien, lávate tu cuerpo y tus dientes. LAVA TUS EMOCIONES ANTES DE DORMIR

2. Duerme bien, o sea cuándo y cómo lo necesites PARA AMANECER RENOVADO Y DESCANSADO

3. Has ejercicio con regularidad para mantenerte ÁGIL, FUERTE Y RESISTENTE

4. Mantén pulcritud en tus redes sociales con tu familia, amistades, compañeros SIN DAÑAR TUS RELACIONES

5. Date tiempo para ti, para conocerte, cuidarte y asearte física, mental y emocionalmente. CUIDATE DEL ABANDONO DE TI MISMO, conócete bien, cuídate bien

6. Sal de tus actividades rutinarias de la casa, el trabajo, la escuela, DESCRUBRE ALGO NUEVO CADA DÍA

7. Cultiva tus aficiones para comprender, prevenir, planear, realizar tus sueños y proyectos, de la lectura, el cine, la música, la danza, el deporte DISFRUTA LA ABUNDANCIA DE LA VIDA QUE TE RODEA

8. Organiza tu tiempo, asume lo que puedes realizar ni más ni menos. Pide ayuda cuando la necesites, anticipa contratiempos que puedan surgir. CULTIVA A UN BUEN AMIGO A TU LADO Y A UN BUEN PSICOLÓGO QUE TE PUEDAN AYUDAR

9. Llevar una vida ordenada te faculta más fácilmente para aprovechar mejor los recursos, capacidades y ánimos de salir delante de los que dispones

10. CUIDA TU ENTORNO, A LO QUE TE RODEA, a tus relaciones, tanto como cuidas de ti mismo.

Estas reflexiones para cuidar de tu bienestar, claro que nos recuerdan cultivar tu bienestar y comprender, atender y resolver tu malestar. Estos consejos y reflexiones ayudan a destacar lo importante que es, por lo menos, darte cuente y animarte a: evitar la falta de honestidad, la adicción al sufrimiento, los patrones repetitivos que te dañan, todas las emociones destructivas, el falso ego; la injusticia que lleva a la separación del colectivo.

Así, en resumen, una de las mejores recomendaciones para tu bienestar y felicidad en estos tiempos de la Pandemia, es que cultives tu capacidad benéfica de hacer el bien para todos y para ti. Entonces para cerrar estos comentarios dos cosas: la primera, hay que recordar que tú eres una parte de todo lo que existe; y que tu cuidado depende tanto de lo que hagas para los demás como para ti. Y la segunda reflexión te invita a moverte ágilmente, a activar tus emociones, comprender lo que siente, unir tu cuerpo con tus emociones y viceversa, a mantener con pulcritud tus sentimientos a diario, a no abandonarte y aprender para cuidarte todos los días de:

  1. Lo que te congela y te hace rígido, lo que te congela sumiéndote en la depresión.
  2. De la ira que te impida perdonar, de la tristeza que no te deja ser feliz.
  3. Del miedo que no te deja recobrar tus certezas.
  4. Date cuenta a tiempo y aléjate de patrones repetitivos y destructivos.
  5. Revisa tus creencias y libérate de cualquier limitación mental, juicios y prejuicios.
  6. Sana tu vida, rejuvenece, recupera lo que hayas perdido.
  7. Se feliz, tu alegría ahuyenta los obstáculos en tu camino.

Así que, ¡cuídate mucho!, no estás sólo, tu bienestar es el de muchos otros.

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