¿Cómo se valora la ciencia? Un recorrido por los postulados de Merton, Kuhn, Putman y Echeverría

Congreso Solvay de 1926. Fotografía: Benjamin Couprie/ Wikimedia Commons

Según la época, el lugar, el contexto social, la propia teoría, el proceso de evaluación o la recepción social, el conocimiento científico puede valorarse


Existen criterios y valores que establecen los estándares que orientan la investigación y la producción del conocimiento. Desde las condiciones materiales, hasta las posturas religiosas, estos valores intervienen de alguna manera en el quehacer de los científicos, lo que demuestra que la ciencia no es neutra, declaró Rebeca de Gortari, investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

A partir de una revisión de tres autores que han realizado importantes aportaciones a la filosofía de la ciencia, Ana María Úsuga Ciro, del Posgrado de Filosofía de la Ciencia de la UNAM, realizó una aproximación a los distintos factores que determinan la producción de conocimiento científico.

Los valores según Merton

La noción de estructura social de Robert K. Merton plantea tres escenarios posibles en la creación de conocimiento científico relacionados con su contexto social e histórico basándose en; los valores sociales, los valores normativos y los valores evaluativos.

La influencia de los valores sociales, se tiene que entender para contextualizar a los pensadores y relacionarlos con su contexto. Por ejemplo, durante la Alemania Nazi, la producción científica estaba fuertemente relacionada al patriotismo, convirtiendo a los científicos en figuras políticas que generaron una corriente alterna denominada “ciencia aria”, detalló Ana María Úsuga.

Bajo los valores normativos, conceptos como la universalidad, el comunismo, el desinterés y el escepticismo organizado, plantean una dicotomía en la figura del científico, pues fomentan la universalidad de la creación de conocimiento pero a la vez también marcan fronteras ideológicas dentro de la comunidad. Por otro lado, los valores evaluativos, permiten estándares que parten de la originalidad como prioridad; la ambivalencia dentro de la humildad, la excelencia como cualidad del desempeño y el reconocimiento honorífico a través de lo instrumental, añadió Úsuga.

Sin embargo, Merton advierte que, a partir de la forma de establecimiento del conocimiento, se pueden generar conductas desviadas, es decir, cuando mayor solicitud se hace sobre la originalidad los científicos podrían caer en plagio, fabricación de datos y demás conductas que deben evitarse a través del mismo sistema de recompensas que no debe descuidar el aspecto de la ciencia como institución, detalló la investigadora.

Filosofía de la Ciencia Histórica

La filosofía de la ciencia de Thomas Kuhn plantea una corriente más apegada al historicismo sin definir un concepto de valor dado que todas las ciencias son diversas y todas cambian. Kuhn parte de la necesidad de delimitar la ciencia según la época y el espacio porque, aunque los científicos no perciben el cambio revolucionario de las teorías, los historiadores dan cuenta de ese cambio, declaró la académica.

Frente a estos postulados, Putnam dice que cuando nosotros establecemos valores o hacemos valoraciones, lo que estamos diciendo es que algo es verdadero según nuestros conocimientos actuales o que son tan verdaderos como los máximos criterios de evaluación que se tienen hasta el momento. A diferencia de Kuhn, Putnam se centra completamente en los valores epistémicos de la teoría dejando de lado la ubicación de un espacio o tiempo determinado. Putman también plantea negar la búsqueda de la verdad como valor supremo de la ciencia, detalló Úsuga.

La axiología de la ciencia de Echeverría

En contraste con las demás teorías, la investigadora agregó que en la axiología de la ciencia de Javier Echeverría, los valores son funciones por lo que no tienen significado en sí mismos, esta definición se aleja de la teoría aristotélica que apela por la clasificación de propiedades. Esto hace que para Echeverría los valores no estén saturados y carezcan de significado hasta que sean parte de un proceso evaluativo.

Asimismo, Echeverría descarta los valores como juicios y los convierte en funciones de evaluaciones particulares a través de su teoría de la evaluación en ciencia. Por último, plantea una pluralidad tanto en evaluaciones científicas como valores que pueden ser de recepción social en políticas científicas para los agentes, además de generar propuestas sobre las instituciones como consecuencias.

Los avances de la investigación y las reflexiones se presentaron durante el Seminario de Estudios Interdisciplinarios en Ciencia, Tecnología e Innovación, coordinado Rebeca de Gortari y Marcela Amaro, investigadoras del IIS-UNAM, y por Eduardo Robles, investigador del Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas de la UNAM. El evento se llevó a cabo el 4 de octubre de 2022 en el Anexo del Auditorio del IIS-UNAM.


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