La ausencia de información impide la correcta evaluación de los impactos del proyecto
La construcción del “Tren Maya”, un proyecto para generar un transporte de carga y turismo que pasaría por Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, es una cortina de humo para contener el flujo migratorio de la región y anclar a quienes huyen de la pobreza. A pesar de que en los discursos públicos se afirma que será parte de un reordenamiento para el país, en realidad no se tiene certeza de quiénes serán los beneficiados, expresó Raúl Romero Gallardo, técnico académico del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Lo que se sabe del proyecto
Uno de los aspectos preocupantes es que no hay información precisa sobre el proyecto. En las páginas oficiales, los datos no concuerdan entre sí, lo más extraño es que una característica del gobierno actual es que se hace un informe para el pueblo todas las mañanas, y sobre este proyecto no hay comentarios concretos, señaló Romero.
Lo que se sabe del proyecto es lo que dice la gente, pero no se conoce el verdadero impacto que pueda tener. Debido a la carencia de información, no se puede evaluar el proyecto y por ende no se puede tomar una posición frente a él, expresó Ana Esther Ceceña Martorella, investigadora del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM.
Como fue planteado en un principio, se ve como una buena propuesta que podría traer beneficios a la población, en el proyecto se puede interpretar la intención del gobierno mexicano para hacer al país más rentable y atractivo frente a los grandes capitales, sin embargo, las buenas intenciones se opacan cuando no se ofrece información verídica, afirmó la investigadora.
Consecuencias y daños para la zona
Es posible que la puesta en operación del “Tren Maya” implique un despunte para el sector turístico, pues se estima que la cantidad de personas que visiten Calakmul pasaría de 40 mil a 3 millones de turistas al año, y aunque se puede ver como una situación benéfica para la economía del lugar, no se tiene una preparación para un cambio de esta magnitud en tan poco tiempo, expresó Romero.
Otro de los factores alarmantes es que el tren está pensado para que pase cerca de la Reserva de la Biósfera de Calakmul y la Biósfera de Sian Ka’an, lo cual tiene un impacto negativo ante el medio ambiente y el ecosistema que se encuentra en el lugar.
“Sobra decir que estoy en contra del tren”, afirmó Ana Esther Ceceña, pues el daño ecológico que va a causar es uno de los puntos más importantes, debido a que se ve en riesgo las especies animales únicas de la zona. Y aunque en la actualidad ya exista un tren en esa ruta, con el “Tren Maya” aumentaría el riesgo de los murciélagos, las abejas, plantas, y todo el ecosistema.
En la actualidad se ha entendido mal el desarrollo, el capitalismo lo reconceptualiza para su beneficio, afirmó la académica, y agregó que, la dinámica de realizar este tipo de proyectos se tiene que parar, porque estamos en un colapso ecológico. No es únicamente el “Tren Maya”, sino el gobierno en general, y todos los proyectos que ya están en la actualidad y en un futuro.
Por otro lado, Carmina Jasso López, investigadora del IIS-UNAM, recordó que, con la llegada del “Tren Maya”, se podría agudizar la violencia en contra de la mujer si se toma en cuenta los antecedentes delictivos y los cárteles de la droga que existen en la región.
La mesa de diálogo “Impactos sociales, políticos y culturales de la construcción del Tren Maya”, que se llevó a cabo el 30 de Octubre del 2019, formó parte de las actividades del Seminario Institucional Prevención y Atención de la Violencia a través de la Seguridad Ciudadana, coordinado por René Jiménez Ornelas, investigador del IIS-UNAM.
Fotografías del evento
Video del evento
Prestadora de servicio social en el Departamento de Difusión del IIS-UNAM (Primer semestre de 2020)