Cultural, estructural y psicosocial: trayectoria de los enfoques adoptados por los estudios de las emociones

* Kathryn Lively realizó una revisión de las diversas perspectivas metodológicas desarrolladas dentro de las ciencias sociales para el estudio del género y las emociones.

México, D.F., 3 de diciembre de 2015.- Las emociones son un reflejo o indicador de la inequidad social, ya que los individuos con desventajas estructurales tienen importantes diferencias en sus experiencias emocionales en comparación con aquellos que poseen una mejor posición social. Asimismo, la emocionalidad, asociada al género femenino, se ha utilizado como justificación para la inequidad de género, afirmó Kathryn Lively, investigadora del Darmouth College de Hanover, quien impartió la conferencia magistral “Sociological Approaches to Gender and Emotions: Culture, Social Structure and Identity”, como parte de las actividades del Seminario Institucional “Sociologías de las emociones”, coordinado por Marina Ariza, investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.

Dentro de las ciencias sociales se han desarrollado dos enfoques dedicados al estudio del género y las emociones; la perspectiva cultural, enfocada en las estructuras simbólicas de la interacción, dentro de la cual se encuentra la Teoría del Manejo de las Emociones; y la perspectiva estructural, que considera que las emociones están determinadas por un patrón estructural, donde se encuentra la Teoría de las Interacciones Sociales de las Emociones, el Modelo de Estrés y las Protecciones de Estatus, señaló Kathryn Lively.

Después de realizar un recuento de los resultados de diversas investigaciones que emplean estos dos enfoques, la doctora Lively propuso como alternativa metodológica el enfoque de la Psicología social, que provee alternativas atractivas frente a los paradigmas existentes en la sociología de las emociones, ya que combina elementos de las perspectivas cultural y estructural, además de que permite trabajar con hipótesis que pueden ser fácilmente puestas a prueba.

Dentro de este enfoque, Kathryn Lively hizo una revisión de sus principales teorías; la Teoría de la Equidad, basada en la percepción que cada persona tiene sobre sus contribuciones afectivas en una relación, que utiliza como indicador el sentimiento de sub-beneficio o sobre-beneficio; y la Teoría de Control de Afecto, la cual se basa en la noción de que actores, comportamientos, objetos, atributos y emociones generan eventos que conforman los sentimientos fundamentales de los individuos, y que pueden analizarse a partir de la potencia y la activación que genera un comportamiento específico de un actor sobre un objeto.

Respecto a las transiciones emocionales, la doctora Lively señaló que los movimientos cortos entre emociones experiencialmente cercanas son más fácilmente alcanzados que aquellos que se encuentran distantes. Asimismo, las trayectorias a través de múltiples emociones pueden ser más fáciles si trata de emociones relativamente cercanas que haciendo un solo salto entre dos emociones distantes entre sí.

Para generar estudios completos sobre las relaciones entre las emociones y el género, se requiere eliminar las innecesarias divisiones entre los enfoques cultural, estructural y psicosocial. Asimismo, es necesario adoptar enfoques interseccionales que contemplen la relación de variables como el género, la clase social, la edad y el origen étnico, afirmó Kathryn Lively.

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