Desde 1994 el transporte en la Ciudad de México no ha tenido cambios sustantivos

Fotografía: Eneas De Troya

El transporte urbano no se puede encasillar como un servicio público o privado


Se dice que el transporte ha cambiado con el paso del tiempo, pero ¿verdaderamente lo ha hecho? Según los estudios de Priscilla Connolly, investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana Azcapotzalco, desde 1994 no ha pasado gran cosa con el transporte de la Ciudad de México, pues las personas siguen moviéndose por la ciudad prácticamente de la misma manera.

El metro con el paso del tiempo

Las estadísticas de las personas que viajan en transporte puede variar, pues en los trayectos urbanos no se utiliza únicamente un medio, sino que varias veces se toma otro además del metro, lo que afecta el promedio de los cambios que ha habido de 1994 a 2017. Y aunque al final de las estadísticas, el metro resulta uno de los medios más productivos, no deja de combinarse (la mayoría de las veces) con otro tipo de transporte.

“En todo el mundo hay un cambio en la manera en que se producen los servicios a raíz del neoliberalismo”, en el caso del transporte, no se puede encasillar como un servicio público y privado, dependiendo de qué aspectos se tomen en cuenta puede ser particular o colectivo, se puede ir en un coche privado por una vía pública, expresó Connolly.

Antes de la construcción del metro, en la Ciudad de México se decía que, debido a los temblores, no era un medio de transporte factible, sin embargo, el metro entró en funcionamiento en 1966 mediante un consorcio conformado con un equipo francés que proveyó la tecnología necesaria. Y aunque el gobierno federal iba a pagar la mayor parte, entró gran cantidad del financiamiento francés (la cual venía una parte del banco nacional de París).

En el modelo clásico se buscaba que el metro de la Ciudad de México fuera como el metro de París, un metro exclusivo para la ciudad central y para viajes cortos que iba a monopolizar el transporte central. Sin embargo, en la actualidad se ha expandido a las periferias; empieza a haber un metro superficial, señaló la investigadora.

Movilidad para los ciudadanos

A pesar de la existencia del “derecho a la movilidad”, en la Ciudad de México el transporte puede ser un medio para producir injusticias, afirmó Conolly, y agregó que, también tiene un impacto ambiental negativo no únicamente por los vehículos, sino también por la producción de las vialidades.

El metro es un medio importante de movilidad para la Ciudad de México, desde 1994 siguen sin poderse resolverse problemas que afectan tanto a los usuarios del metro como a los que utilizan otro medio de transporte, señaló la académica.

La conferencia de Priscilla Connolly se llevó a cabo el 16 de octubre de 2019 en el marco del seminario La Ciudad Neoliberal y los Derechos Urbanos, coordinado por Patricia Ramírez Kuri, investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México.


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