Durante la pandemia, gobiernos y compañías tecnológicas se han articulado para incrementar el control de la población

Fotografía: The National Guard

Las corporaciones tecnológicas intentan regular la aparición de estallidos sociales


La emergencia sanitaria de preocupación internacional generada por COVID-19 es una catástrofe anunciada cuyo origen se encuentra en el capitalismo. Este sistema económico, basado en la extracción masiva de todo tipo de bienes (entre ellos los datos), ha tenido como consecuencias la muerte y la expulsión, afirmó Guiomar Rovira, profesora-investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Xochimilco.

En este contexto se debe reflexionar ¿cómo se expresa la colonialidad de poder durante la pandemia y qué lugar ocupan los sistemas sociotécnicos?, señaló Paola Ricaurte, profesora-investigadora del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, campus Ciudad de México.

Pandemia y tecnologías de control

En estos momentos de crisis sanitaria, la tecnología es usada para el control y la dominación con la escusa de la salud, se observa una regresión en la que la epidemia puede facilitar el autoritarismo, señaló Rovira.

Este fenómeno, en el que se articula el aparato estatal con las grandes compañías tecnológicas, tiene como consecuencias el refuerzo del racismo, el aumento de brechas sociales y la intensificación de la violencia de género, expresó Ricaurte.

Durante la emergencia sanitaria, el rastreo y procesamiento de los datos de movilidad de las personas, muestra la capacidad de monitoreo que pueden tener los administradores de las infraestructuras tecnológicas, pero dicho control se extiende a otras actividades como la enseñanza, lo cual se observa con el auge de las plataformas privativas para el aprendizaje (como Google Classroom) que refuerzan los valores de productividad académica, afirmó la investigadora.

Estamos regulados por las corporaciones tecnológicas que intentan predecir y controlar la aparición de estallidos sociales. En Twitter y Facebook cada vez hay más polarización e imposibilidad de interactuar, y los algoritmos hacen que las personas se encierren en burbujas, señaló Anamhoo, integrante del colectivo ADA, y agregó que, todo el proceso de desarrollo de las tecnologías ha estado en constante tensión, “las personas que las construyeron, pensando en un mundo más democrático, vieron sus sueños rebasados”.

¿Cómo enfrentar el colonialismo de datos?

Para hacer frente a la colonialidad del poder, es necesario asumir que los planos en los que interviene, el ser, el sentir y el hacer, están entrelazados. Asimismo, los modelos alternativos deben comprender el grado de alianza entre el Estado y los agentes que desarrollan y administran las tecnologías, señaló Ricaurte.

Es necesario pensar en cómo salir del actual sistema que genera la ilusión de que sólo se trata del usuario aislado y su dispositivo. Un primer paso es identificar el flujo completo del sisteca sociotécnico, formado por los marcos legales, la infraestructura física, los protocolos técnicos y los aspectos culturales, expresó Anamhoo.

A raíz de la crisis de salud, se está generando un debate sobre la pertinencia de los modelos de centralización o descentralización de los datos en el desarrollo de aplicaciones digitales para rastreo de personas. Dicho debate plantea por primera vez que los datos son un bien común que debe pertenecer a los cuidadanos, señaló Rovira.

La situación actual nos obliga a cuestionarnos cómo controlamos nuestras emisiones en el campo digital. Es necesario hacernos responsables del ruido y del volumen de datos que entregamos, es una oportunidad para resituarnos y reconstruirnos, afirmó la investigadora.

Comunalizar la vida más allá de las máquinas

La comunicación es emancipación porque permite construir un mundo en común. Es necesaria para ponernos de acuerdo en cómo podemos vivir juntas, pero también es el espacio del extractivismo más bestia, expresó Rovira.

Debemos construir espacios alternativos más allá de las tecnologías, para lo cual se requiere la comprensión de cómo operan y como están actuando sobre nosotros. Es necesario entender que estamos todos conectados y esa conexión afecta a otros seres vivos, refirió Ricaurte.

Vivimos una época en la que hace falta una ternura radical que permita reflexionar la forma como estamos dispuestas para encontrarnos con otro ser humano. Mas allá de las plataformas y las infraestructuras, hay que pensar en comunalizar la vida, afirmó Anamhoo.

Estas reflexiones se realizaron durante la mesa “Colonialismo de datos y tecnopolítica en México”, que se llevó a cabo en el marco del seminario Acercamientos a las Tecnologías Digitales y Analógicas en Contextos Indígenas y Urbanos, coordinado por Elena Nava Morales, Carmina Jasso López y Ehécatl Cabrera Franco, investigadoras y académico del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y por Lilia Heber Pérez Díaz, antropóloga y comunicadora de la Radio Comunitaria Jën Poj.

La mesa de discusión en línea, que fue transmitida en directo por el canal de televisión comunitaria por internet CoAA TV, se llevó a cabo el 4 de mayo de 2020.


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