La Escuela es uno de los principales frentes donde se disputa la laicidad del Estado

La secularización es el proceso a través del cual la religión deja de ser el centro de la organización y se convierte simplemente en otra esfera diferenciada. Por otro lado, la laicidad es una secularización que se desarrolla específicamente en la esfera política, el Estado es autónomo de las doctrinas religiosas, lo que no significa que la sociedad que se desarrolla en él, lo sea también, explicó Mariana Molina Fuentes, investigadora del Instituto de Investigaciones Jurídicas, y agregó que el anticlericalismo es la persecución a las organizaciones religiosas, mientras que la desafiliación religiosa es la no afiliación a ningún sistema de creencias en específico.

La investigadora presentó una investigación que buscó hacer observable cómo se traduce el proceso de secularización desde un nivel macro al nivel micro. En este nivel, fue interesante explorar el espacio educativo, para analizar cómo es posible socializar a través de este espacio y transmitir cierto tipo de valores que pueden, o no, estar anclados a la religión.

Visiones del mundo

En la Escuela confluyen tres grupos esenciales para la socialización de valores: el personal escolar, los padres de familia y los estudiantes pares. La investigación de campo se realizó en cinco escuelas, dos de ellas laicas y tres religiosas (una lasallista y dos del Opus Dei), todas ellas con una trayectoria destacable, privada y enfocada a una población con altos recursos. Asimismo, la investigadora trabajó con estudiantes de tercero de secundaria ya que este grupo de edad se encuentran en el límite de sus años impresionables, pero su personalidad empieza adquirir mayor forma.

Durante el trabajo de campo la investigadora realizó 49 entrevistas a los estudiantes con el fin de conocer sus posiciones morales sobre seis dimensiones analíticas: la vida, el cuerpo, la sexualidad, la familia, los roles de género y las entidades trascendentales (divinidad). Estas dimensiones fueron elegidas ya que son puntos centrales para la doctrina católica y son posibles puntos de choque entre una y otra visión, explicó Molina Fuentes.

La manera en que se clasificó las posiciones de los estudiantes fue a través del eje horizontal, del integralismo hacia el secularismo, y del eje vertical, de la consistencia a la inconsistencia argumentativa, es decir, si las posiciones se mantenían a lo largo del diálogo o si tendían a cambiar dependiendo del contexto o de la dinámica de la plática, afirmó la investigadora.

Los resultados de las entrevistas realizadas a estudiantes, personal académico y padres de familia, así como los grupos de discusión, revelaron que hay un consenso mayoritario en las posiciones morales en todas las escuelas. En las escuelas laicas los estudiantes tienen visiones seculares, mientras que en las del Opus Dei son casi en su totalidad integralistas. En el Caso de La Salle son los únicos que tienen un discurso inconsistente, ya que se encuentran en el límite entre la secularidad y el integralismo.

Es necesaria una mayor complejización en la manera que entendemos la secularización, ya que esta no se manifiesta de la misma manera en todos los grupos, a la vez que no es irreversible, lineal o definitiva, propuso Molina fuentes, y agregó que, los procesos que se ven de forma clara en el nivel macro son mucho más complejos a nivel micro, la comunidad educativa no sólo transmite valores académicos si no también la forma de ver el mundo y el orden social, así como el lugar que se ocupa en ese orden, concluyó la investigadora.

La presentación del libro “Educación laica y educación católica. Entender el mundo desde ángulos diferentes” se llevó a cabo el 24 de abril de 2019 en el Auditorio del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (IIS-UNAM), como parte del ciclo de conversatorios Novedades editoriales en la socioantropología de la religión, en el marco del Laboratorio de Observación del Fenómeno Religioso en la Sociedad Contemporánea, coordinado por Hugo José Suárez y Karina Bárcenas, investigadores del IIS-UNAM y Cecilia Delgado, académica de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.

Fotografías del evento