No se trata de imponer modelos de vida, sino de orientar con responsabilidad a quienes consumen
El Movimiento Cannábico Mexicano ha encaminado su lucha para que cualquier ciudadano adulto pueda acceder a la cannabis y sus derivados de forma legal y segura, respetando sus derechos y libertades. Las marchas conmemorativas y las concentraciones en el espacio público para su consumo son formas de hacer presencia y de reivindicar a las personas usuarias de la cannabis, comentó Leopoldo Rivera Rivera, quien es integrante de dicho movimiento.
Mujeres y cannabis
Las mujeres son un sector poco reconocido al interior del movimiento al no poseer las misma posibilidades de declararse como usuarias de la cannabis sin ser juzgadas. Los estigmas que giran alrededor de ellas hace que la búsqueda de espacios seguros para el consumo también sean un problema, pues de acuerdo con Rebeca Soto, integrante de la Red de Mujeres Forjando Porros Forjando Luchas, el acoso y las violencias se hacen presentes.
Para Nelly Torres, quien se asume parte de las maternidades cannábicas, la maternidad también atraviesa a las mujeres consumidoras y es que lo que se esperaría de ellas, al ejercer sus trabajos de cuidados, es que dejen de lado la búsqueda de su placer y recreación y se dediquen incondicionalmente a la crianza, mientras que la sociedad no le reclama a los hombres que pausen su consumo mientras ejercen su paternidad.
Gestión del placer y riesgos
Las prohibiciones del consumo trascienden lo moral ya que alientan a los usuarios a buscar alternativas ilegales que fortalecen al narcotráfico. Una alternativa que propone Orlando Daniels, promotor cultural y cultivador, es que se puedan garantizar espacios para el cultivo a través del derecho al libre desarrollo de la personalidad, dotando al individuo con la capacidad de elección del sentido de su propia existencia, agregó Ángela Margoth Bacca Mejía, profesora de la Faculta de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), siempre que este no se vuelva un consumo dependiente y que de ser así, también se garantice la reducción de los riesgos a su persona sin la necesidad del aislamiento.
Dichas reflexiones tuvieron lugar en la Mesa Redonda “El uso de cannabis en la sociedad mexicana del siglo XXI”, coordinada y moderada por Luis Astorga, investigador del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM.
Video del evento
Prestadora de servicio social en el Departamento de Difusión del IIS-UNAM