El legado Abelardo Rodríguez, un detonante de la industria en el México posrevolucionario

Abelardo Rodríguez acompañado de militares. Fotografía: Casasola/ Mediateca INAH

Sus vínculos con las élites regionales en ambos lados de la frontera, permitieron su éxito como político y empresario


El comienzo del siglo XX estuvo marcado por importantes suceso en el mundo que plantearon una reestructura de los procesos sociopolíticos en el mundo. En México, el movimiento armado de 1910, se reveló contra el gobierno totalitario del general Porfirio Díaz y su dictadura de más de 30 años. Con el término de la revolución mexicana era necesario un cambio radical rumbo a las elecciones de 1918, el panorama político vislumbraba una hegemonía de los grupos encabezados por militares, por lo que era necesaria la participación de figuras que fomentaran una reestructura política y económica del país.

Militar, político y empresario

Los soldados a principios de los años veinte protegían a los grupos políticos. Así como hoy AMLO le está dando concesiones a las fuerzas armadas para que el ejército se meta en todo, en ese tiempo los soldados eran los caddies de golf de los ricos revolucionarios, declaró Hector Castrillo Berthier, investigador del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Con el triunfo de la rebelión de Agua Prieta, Plutarco Elias Calles instauró el maximato, periodo destacado por ser el comienzo de la hegemonía del Partido Nacional Revolucionario (PNR) y continuaría con la creación del Partido Revolucionario Institucional (PRI), detalló el investigador.

Me quedé asombrado con Abelardo Rodríguez porque me di cuenta que, al terminar la revolución y la primera guerra mundial, se requería gente con poder, capaz, innovadora y con talento para ser empresario. En aquella época el desarrollo del país requería gente como Abelardo quien es desconocido por muchos, declaró Mario Ramirez Rancaño, investigador del IIS-UNAM.

Las acumulaciones originarias de capital, como dicen los marxistas, tienen sus orígenes oscuros pero son necesarias y en el México del siglo XX se requería esto para realzar la economía y levantar el país y Abelardo fue el número uno en convertirse en eje de la transformación, añadió el investigador.

Actividad empresarial

Abelardo Rodríguez fue un general que se desempeñó durante la revolución mexicana con el grupo de Sonora y emprendió muchas actividades económicas sin tener una preparación especial, no es que fuera un empresario profesional, simplemente se le presentaron los negocios y así los hizo, declaró Héctor Castillo Berthier.

Políticamente, Rodríguez no solo fue Presidente de la República, entre sus cargos destacan la gubernatura de Baja California Norte y Sonora, fue titular de la Secretaría de Industria y Trabajo y secretario de Guerra y Marina. Entre otras cosas fundó la Nacional Financiera y entre 1923 y 1955, Abelardo fundó más de 84 empresas en el país relacionadas con pesca, minería, agricultura, cemento, vinicultura, petroleo, telecomunicaciones, cine, artes gráficas, aviación, bancos, compañías de seguros, centros nocturnos, casinos, burdeles, etc. La verdad es que estaba metido en la vida nacional legítimamente e ilegítimamente del país, detalló el investigador.

No se puede explicar a Abelardo sin Esteban Cantú, quien llegó al final del porfiriato a la ciudad de Tijuana. Sin embargo, con la llegada de Madero quedó olvidado, pero fue también un tipo muy inteligente ya que se dio cuenta que a los norteamericanos les gustaba mucho el trago y la droga, por lo que montó prostíbulos y con eso Cantú obtuvo los recursos para pagar en oro a las tropas Abelardo, agregó Ramírez Rancaño.

Abelardo Rodríguez no extinguió estos negocios en Tijuana y, en opinión de Ramírez Rancaño, existe la posibilidad de que se quedara con los negocios de Cantú. Durante su periodo como secretario de Marina logró alzar 5 empresas, sin embargo pausó su crecimiento empresarial durante el Cardenismo. Asimismo, para los años 40 y en contraste con la época del cine de oro, montó 18 empresas cinematográficas, detalló el investigador del IIS-UNAM.

Los factores que explican el éxito

De entre los factores que ayudan a entender el papel de Rodríguez en la historia se encuentra la noción popularmente extendida de la cultura del esfuerzo ya que en su autobiografía hizo énfasis en los orígenes modestos y carencias familiares de su familia, rasgos que coinciden con los de un número considerable de la sociedad bajacaliforniana. A más de cien años de que el general Rodríguez asumiera la gubernatura de Baja California, aún sigue vigente, afirmó David Piñera Ramírez, académico del Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Autonóma de Baja California.

El éxito de Abelardo radica en las relaciones que tenía con las elites regionales, tanto de este lado de la frontera como en Estados Unidos, declaró Luis Astorga, investigador del IIS-UNAM. Otro aspecto que explica la trascendencia de Rodriguez, fue la influencia cultural de la “frontera”, ya que por su cercanía con la frontera norteamericana, pudo interactuar directamente con el país vecino en relación con sus prácticas sociales, además, esto le permitió hablar el español y el inglés con fluidez, detalló el investigador.

Huella como constructor

Rodríguez también es recordado como el “constructor”, durante su administración en Baja California entre 1923 a 1929 hubo una gran construcción de obras y la gran parte existen hasta el día de hoy. Entre las obras que impulsó se encuentra el palacio de Mexicali que alberga la Facultad de Artes de la Universidad Autónoma de Baja California, el Banco Peninsular convertido en instituto de arte y cultura, la Biblioteca Pública que él construyó y alberga el archivo histórico del estado, además de la emblemática escuela primaria Álvaro Obregón en Tijuana, concluyó Astorga.

Su actuación no solo dejó registro en las edificaciones que se construyeron durante su mandato, dentro de la literatura su obra se puede consultar en la memoria administrativa de su gobierno del Distrito Norte de la Baja California de 1924 y 1927.

Estas reflexiones se llevaron a cabo el 6 de octubre de 2022 durante el conversatorio: El legado de Abelardo L. Rodríguez en Baja California, moderado por Hector Castillo Berthier.


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