* A pesar de la implementación del modelo de “ciudad creativa”, aún existen importantes brechas sociales en la capital alemana
Ciudad de México, 6 de abril de 2017.- Después de la caída del muro de Berlín en 1989 y la reunificación alemana en 1990 los estados dejaron de subsidiar a la capital, lo que ocasionó una crisis de empleo en Berlín, restando el 50% de los empleos industriales en la zona urbana. A pesar de las estrategias a mediano plazo, la reunificación no fue efectiva, enfrentando a dos culturas diferentes, afirmó Mireya Arauz, investigadora en la Universidad Libre de Berlín, durante la conferencia “Berlín. De la ciudad dividida a la ciudad creativa”, coordinada por Marcela Meneses y Patricia Ramírez Kuri, investigadoras del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.
Durante la década de 1990 Berlín se caracterizó por la polarización socio-espacial y la aparición de cinturones de pobreza dentro de las metrópoli, recordó la académica. A partir del año 2000, aumentó el desempleo a largo plazo y el desempleo juvenil, y se expandieron las formas de precariedad laboral. La investigadora enfatizó que en este periodo se registró un aumento en el número de dependientes de ayudas sociales y el incremento de la población de inmigrantes en sin perspectivas económicas en Berlín.
Para enfrentar este panorama, el Gobierno de Bonn se trasladó a Berlín para tratar de darle un auge económico a la capital y como resultado de la aplicación del modelo de “ciudad creativa”, la producción económica de Berlín creció el doble que el promedio nacional entre 2005 y 2010. Esto se logró gracias a las estrategias de marketing, con las cuales aumentó el turismo y resultó una metrópoli atractiva para los desarrolladores de pequeñas y medianas empresas al prometer una amplia oferta cultural.
Sin embargo, Berlín enfrenta problemáticas como la saturación de servicios urbanos, la necesidad de modernizar transporte, la falta de inversión, ya que no hay fomentos del gobierno para escuelas públicas, centros juveniles y otros espacios públicos y el encarecimiento de la vivienda debido a la falta de construcción de viviendas públicas para grupos de ingresos bajos y medio, explicó la Arauz.
La investigadora concluyó que la problemática actual de la capital alemana se define por el cambio de las condiciones sociales, el agravamiento de la exclusión y la segregación social y espacial, la discriminación de grupos extranjeros y el desarrollo dependiente que genera el proceso migratorio constante, los problemas financieros y la separación de la ciudad de su contexto nacional.
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Fotografía de portada: Sascha Kohlmann
Departamento de Difusión del IIS-UNAM