* Historia Reciente del Cono Sur requiere el estudio comparativo de las transiciones políticas

Por Karla López.

Ciudad de México, 27 de enero de 2017.- La comparación es un método que implica elegir dos o más fenómenos sociales que aparentemente presentan analogías entre sí, se utiliza cuando el investigador busca describir el proceso y constatar las similitudes o diferencias esenciales, explicó María Soledad Lastra, investigadora del Instituto de Altos Estudios Sociales en la Universidad Nacional de San Martín, durante su participación en el Seminario Institucional Historia del Tiempo Presente, coordinado por Eugenia Allier Montaño, investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM (IIS-UNAM).

Soledad Lastra presentó un estudio centrado en las dinámicas que las dictaduras y las transiciones democráticas tuvieron en relación a los exilios y a los retornos en diferentes países de Latinoamérica, en este sentido, resaltó que una condición para utilizar la comparación es construir el problema de investigación en clave de una Historia comparada, en particular se debe hacer una pregunta analítica sobre las diferencias y similitudes.

La Historia comparada es aplicable en dos casos, el primero es cuando en dos sociedades separadas no se permite explicar las similitudes mediante las influencias mutuas o el origen común y el segundo es pertinente cuando las sociedades son influidas entre sí y comparten las mismas causas en el proceso de los fenómenos, explicó la académica.

Si bien la Historia comparada ayuda a reconocer dinámicas locales que no son tan fáciles de percibir, también presentan limitaciones para los investigadores, tales como; el problema clásico que implica la aceptación de resultados que son generalizaciones que impiden la problematización; el problema analítico que reside en la elección de categorías para comparar; y el problema práctico que es la carencia del conocimiento previo para comparar.

Otros aspectos a tener en cuenta en la metodología de la Historia comparada son los engaños de la comparación como, confundir los resultados con las características del proceso, las falsas similitudes, diferencias y causas locales, y efectos no deseados como la sobre-representación que genera sobredimensión de las características del objeto de investigación y la sub-representación que genera el ocultamiento de los rasgos del mismo objeto.

La investigadora concluyó que la Historia comparada debe realizarse como un análisis sistemático enfocado a responder la pregunta de investigación y agregó que este enfoque no consiste en la suma de analogías ni la exposición de las diferencias, sino consiste en una metodología que posibilita la creación de modelos comparativos mediante diferentes escalas de análisis y la regeneración de contextos.

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