Karina Bárcenas Barajas: 11F


Decidí estudiar comunicación porque quería ser periodista. En el imaginario previo a mis 20 años nuca estuvo ser científica en el ámbito de las ciencias sociales.

Para algunas niñas y mujeres jóvenes es común crecer sin pensar en esta posibilidad, porque no hay referentes que permitan imaginarlo, porque la infraestructura de las ciudades más pequeñas impide concebirlo como parte del plan de vida, así como por las desigualdades estructurales asociadas al género.

Reconocer estas desigualdades resulta un ejercicio importante en el marco de conmemoraciones como el Día Internacional de las Mujeres, las Jóvenes y las Niñas en la Ciencia (11 de febrero), ya que nuestros tiempos demandan políticas y espacios equitativos que contribuyan a eliminar las brechas y exclusiones de las mujeres que, en mayor o menor medida, han caracterizado a todos los campos de conocimiento.

En mi caso construir una trayectoria en el campo de las ciencias sociales ha implicado migrar hacía tres ciudades: León (Guanajuato), Guadalajara (Jalisco) y la Ciudad de México. En el camino, también han cambiado mis ideas y temas de investigación, que a pesar de ello tienen en común mi interés por las instituciones sociales.

Empecé a imaginarme como científica cuando estudiaba la Licenciatura en Comunicación, a partir de mi colaboración en un proyecto en la Dirección de Programas e Investigaciones en Educación, de la Universidad Iberoamericana León. Ahí fue donde me enamoré del trabajo de campo, de las conversaciones que trascendían los tiempos y formas de una entrevista periodística, así como de las posibilidades para sistematizar y procesar datos de investigaciones cualitativas.

Una de las investigadoras con quien colaboraba en dicho proyecto, fue quien me animó a escribir mi primer artículo en una revista académica a partir de los resultados de mi tesis de licenciatura. Que importantes son otras mujeres que nos ayudan a pensarnos como autoras.

Sin embargo, esa disciplina que me llevó a encontrarme con la investigación y, en consecuencia, a construir una carrera científica, en algunas ocasiones ha sido un medio para reforzar estereotipos, así como formas de exclusión por no haber cursado, en primera instancia, alguna de las disciplinas hegemónicas como la sociología o la ciencia política. Por ello, me gusta pensar en la posibilidad de construir espacios para el trabajo científico donde ninguna disciplina sea un obstáculo, o una camisa de fuerza, sino más bien un punto de partida, una invitación, para construir otras perspectivas o temáticas de investigación.

Mi posición como investigadora joven también me lleva a destacar la importancia de un trato igualitario y respetuoso, enfocado en el trabajo, las ideas y las contribuciones académicas, más allá del género o la edad.


#11F

Contenidos creados por la comunidad académica del IIS-UNAM en el marco del Día Internacional de las Mujeres, Jóvenes y Niñas

Investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM

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