* Investigadores y expertos precisaron acerca del futuro del sistema alimenticio en México
Por Karla López.
Ciudad de México, 30 de noviembre de 2016.- Los retos más urgentes sobre la alimentación en México son; políticos, en cuanto a los apoyos a los productores; sociales, como la migración de los jóvenes en zonas rurales; ambientales, como la conservación de los recursos del agua y los bosques; y culturales, como el consumo de alimentos procesados por su bajo precio y conveniencia, explicó Elena Lazos, investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM y organizadora de la mesa redonda Retos Sociales, Políticos, Ambientales y Culturales del Sistema Alimentario en México.
En México siete de cada diez adultos tienen sobrepeso u obesidad, mientras que en el sector rural hay un grado importante de desnutrición infantil ligada a la pobreza, ambas situaciones tienen consecuencias graves para la calidad de vida, señaló Amanda Gálvez, académica de la Facultad de Química de la UNAM.
La investigadora presentó un proyecto que documenta la extinción gradual de los alaches y la chaya, entre otras especies vegetales, que causa la disminución en la calidad de vida de los productores ya que los obliga al consumo de alimentos procesados y a priorizar las cosechas para su exportación internacional, enfatizó Gálvez.
La solución a esta crisis de salud de los mexicanos se vislumbra en la prevención del comer bien, es decir, mediante una buena nutrición. Sin embargo otro reto es hacer llegar el alimento natural al consumidor ya que el modelo impuesto por las grandes empresas está orientado a la importación, denunció la académica.
Por su parte, Pascual Gasca, productor y representante de la Cooperativa Señor de la Milpa, enfatizó la urgencia de apoyar mediante la compra, a los trabajadores del campo ya que se deben encontrar y fortalecer los medios de financiamiento a las comunidades productoras.
La situación actual de México se basa en procesamiento de alimentos con distintos químicos, los cuales son inútiles en la nutrición, por ello se necesita un regreso al cultivo de la milpa, el cual implica parcelas cultivadas con distintos tipos de maíz y otros alimentos con el objetivo de satisfacer las necesidades nutricionales y medicinales de las comunidades, además de fortalecer el sistema de procesado de manera natural y evitar cualquier tipo de químico, propuso Pascual Gasca.
Actualmente en México se viven las consecuencias del abandono del campo, las políticas públicas no ayudan realmente a mejorar los procesos y el estímulo económico que se les ofrece a los productores se queda en el asistencialismo, aseguró Michelle Chauvet investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana Azcapotzalco.
Por otro lado, el desmantelamiento de la infraestructura productiva habla de un consumidor que piensa en la ventaja comparativa del precio, por ello la industria alimentaria le ofrece precio y rapidez a pesar de la alta concentración de químicos como el gluten que tiene un efecto adictivo, afirmó la investigadora.
En aras de la productividad se experimentó con el maíz y ahora hay muchos cultivos de híbridos y transgénicos por la presión del gobierno, pero la calidad de los productos es cada vez más baja como en el caso de la tortilla, afirmó Avendaño Mora, presidente de la Cámara de Productores de Tortilla, región Puebla, Tlaxcala y Veracruz.
Los habitantes de las ciudades prefieren tortillas suaves y blancas que no se consiguen con el procesamiento natural, no se dan cuenta de que blanquear la tortilla requiere otros elementos como el dióxido de titanio, explicó Mora, y reiteró que los programas gubernamentales que apoyan al campo son acaparados por las grandes productoras, provocando que los bajos apoyos económicos que llegan a los campesinos se queden en el asistencialismo y no generen un impacto importante en la producción.
Los expertos concluyeron que hay una relación entre la crisis alimentaria y la crisis socio-ambiental, las cuales se pueden abordar con acciones locales como, disminuir el consumo de productos procesados, incentivar a los jóvenes a permanecer en sus comunidades, documentar el conocimiento tradicional, prescindir de los programas asistencialistas para exigir apoyos específicos en el campo y que el gobierno permita la venta de los productos naturales a precios que le permitan una ganancia justa a los campesinos.
Fotografías del encuentro
Fotografía de portada: Colectivo Ecologista Jalisco
Departamento de Difusión del IIS-UNAM