* Las sociedades con géneros múltiples permiten el surgimiento de nuevas identidades sexuales
Ciudad de México, 30 de mayo de 2017.- En la actual era de reconocimientos nos alejamos de la concepción binaria del hombre y la mujer absolutos y empezamos a hablar de sociedades de géneros múltiples, las cuales son estudiadas desde la etno sexualidad, señaló Natividad Gutiérrez Chong, investigadora del instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM y coordinadora del “Seminario Sociedades con géneros múltiples, tercer género y etno sexualidad.”
No hay verdades transhistóricas ni transculturales en relación con el género, todo orden es un producto sociohistórico y contingente. En la las sociedades con géneros múltiples existen cinco formas transculturales de homosexualidad, los géneros hermafroditas, las tradiciones “dos espíritus”, los roles de género cruzado, el matrimonio entre mujeres y los rituales de género cruzado, explicó Águeda Gómez, investigadora de la Universidad de Vigo, España.
Las sociedades con géneros múltiples rompen la disciplina binaria, con lo cual permiten que emerjan nuevas identidades sexuales como el sexo no binario, el agénero, el cisgénero, el género fluido o posgénero. Incluso en Alemania, Australia, India, Pakistán y Nepal se oferta la categoría “sexo indeterminado” en los registros de población, aseveró la investigadora.
Existe una diferencia entre los conceptos de tercer género y géneros múltiples, el primero invisibiliza la diversidad de identidades de género sociales, mientras que el segundo implica una serie de rasgos que describen a los grupos reconociendo sus identidades sin limitarlos a una categoría específica, señaló la investigadora.
En la región zapoteca del istmo de Tehuantepec, se encuentra el caso paradigmático muxe, palabra con la que se denomina al hombre que adopta el rol femenino en la sociedad. En esta región la constancia escrita de la presencia de homosexuales se remonta al siglo XVI y puede analizarse desde un enfoque etnobiológico, ya que permite el reconocimiento de las identidades sexuales, dijo la académica.
Las muxes tienen la posibilidad de ser reconocidos por su condición de ser únicos, dignos y con espiritualidad, además se les permite integrarse a la sociedad sin ser discriminados ya que adoptan la identidad de la mujer zapoteca al ser trabajadoras, luchadoras y responsables, además de participar activamente en la economía de la región.
La cosmovisión en las sociedades con géneros múltiples frente a la sociedad binaria, se caracterizan por un mito de la creación sintetizado en una mujer parturienta, hay una unión entre la naturaleza y la cultura, lo sagrado con lo profano, el cuerpo con la mente y el espíritu, además se identifica una concepción del tiempo cíclico, resaltó la investigadora.
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Fotografía de portada: Arnaud B.
Departamento de Difusión del IIS-UNAM
No me molesta que se les acepte, la diversidad es natural y hermosa. Lo que me molesta es que una vez más hay otro grupo al que se le acepta y reconoce en sus aportes más que a las mujeres (nacidas y criadas como tales). Es decir, mujeres (que a fin de cuentas nacieron Hombres) son mejor tratadas y más reconocidas que las mismas mujeres a las que no se les permite en las sociedades tradicionales (tampoco mucho en las modernas) cambiar de género si les conviene o gusta más, ni se les permite ser gratificadas y respetadas siendo mujeres en el sentido tradicional. Estos grupos diversos siempre quieren que se abogue por ellos, ojalá alguna vez ellos también abogaran por el grupo más maltratado: el de la mujer nacida, criada y asumida.