La moral está constituida por aspectos ontológicos-biológicos, hisótico-sociales y axiológicos

Para describir una situación que se considera inaceptable, es común que las personas recurran a la frase “esto no es moral, ni ético”, oración que ejemplifica las confusiones más recurrentes al hablar de estos temas. Es necesario conocer, tanto su origen etimológico, como sus diferenciaciones ya que ambas nociones forman parte de la socialización, afirmó Jorge Linares Salgado, académico de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Diferencias

La diferenciación entre moral y ética parte de su origen etimológico. Moral proviene de moralis del latín, que se refiere a las costumbres o hábitos normalizados; mientras que ética proviene de dos palabras del griego éthos y Ethos, ambas con significados diferentes, la primera significa hábitos que regulan la conducta y la segunda, carácter, modo de ser individual o colectivo, explicó Linares Salgado.

Podemos entender a la moral como una capacidad biocultural, mediante la cual deliberamos las cosas que debemos hacer o no hacer. Aquí se contempla el conjunto de valores, creencias, normas, costumbres, que definen la identidad de un grupo, subrayó Jorge Linares, y agregó que, la ética se configura como una reflexión autoconsciente de la vida moral, es decir comienza un mejor análisis y juicio sobre las acciones.

Por tanto, la moral es este conjunto de elementos históricamente desplegados que permiten la cohesión y la coerción mediante la exclusión dentro de una población. Por otro lado, la ética se convierte entonces en una reflexión filosófica de la moralidad dedicada a postular principios y criterios de valor, de esta manera se considera que tiene una doble funcionalidad teórica y práctica, explicó Linares Salgado.

Dimensiones de la moral

La base de la moral consta de tres dimensiones que funcionan como engranajes; en la primera se encuentra las cuestiones ontológicas-biológicas que son más impulsivas, son más inconscientes y que mantienen desde el origen evolutivo del ser humano; después se encuentran las histórico-social, que son las costumbres, las normas y valores de casas cultura; finalmente, está el nivel axiológico, el cual se compone de los ideales morales, expuso Jorge Linares

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Avances y retrocesos de la moral

Otra cuestión que se puede analizar en la moral, según Peter Singer, es su expansión o contracción, es decir si se avanza o retrocede en la moralidad de los grupos. Esto puede ser producto del dinamismo histórico social y cultural de los diferentes grupos, en este sentido la apertura de la moral se puede considerar a partir del grado de exclusión o de inclusión que exista en la moralidad, es decir, que no se genera un progreso lineal, sino que son una serie de contracciones y extensiones de acuerdo a los cambios sociales que se presenten, afirmó el académico.

Si se considera que la moral puede transitar de la exclusión a la inclusión, se puede plantear que existen progresos y retrocesos, es decir que en cuanto haya más inclusión, más igualdad y sobre todo, se cuestionen las estructuras de poder tales como el patriarcado, el paternalismo, el colonialismo, el despotismo y el especismo se puede hablar de un progreso. Mientras que los retrocesos, desde una perspectiva moderna, se pueden encontrar en sociedades en donde permanecen las injusticias, la desigualdad, la violencia, el militarismo, la discriminación, la explotación y la destrucción ecocida, señaló Linares.

En los debates actuales se discuten las evoluciones morales en diferentes sociedades, debido a que, en ocasiones, se adquieren valores que crean ambientes más incluyentes. Asimismo, estos análisis deben subrayar que estos progresos se han materializado gracias a diversas luchas y movimientos que se dedicaron a reclamar su inclusión, concluyó el académico.

Los anteriores planteamientos tuvieron lugar el 2 de diciembre de 2022 en la conferencia “Ética y moral” que forma parte del Primer ciclo de conferencias sobre Ética en la Investigación. Esta sesión fue moderada por Ricardo Tirado Segura, investigador del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.

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