* El narco-poder ha fracturado las trayectorias de gran parte de los jóvenes en México
Ciudad de México, 20 de mayo de 2016.- En el actual contexto de violencia que experimenta nuestro país, ya no es posible analizar lo que está aconteciendo en términos dicotómicos de legalidad e ilegalidad. En muchos territorios el poder paralelo es un poder fundante, de vida y de muerte, de reparto de riqueza, señaló Rossana Reguillo, investigadora del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente.
Durante su participación en el Seminario Cultura y Representaciones Sociales, coordinado por Gilberto Giménez y Natividad Gutiérrez Chong, investigadores del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, Rossana Reguillo afirmó que la condición de las violencias exige enormes esfuerzos epistemológicos para no dejarse atrapar por la victimización.
A partir de la recuperación de los conceptos de “máquina bárbara”(Malcom Lowry), “máquinas deseantes” (Deleuze y Guattari) y “necropolítica” (Achille Mbembe), Reguillo presentó la noción de “narco-máquina”, como el punto de toque y articulación entre los poderes económico, político y delincuencial. Dicha máquina tiene el poder de construir sus normas, discursos y valores paralelos, un poder de ocupación cuyo signo es convertir a la sociedad en una sociedad bulímica que se come a sus jóvenes para después vomitarlos, señaló la investigadora.
Reguillo caracterizó la existencia de cuatro formas de violencias; la violencia estructural, que se ejerce desde el poder económico y político; la violencia histórica, que se ejerce sobre grupos que históricamente se han estructurado como inferiores; la violencia disciplinante, que genera procesos de desidentificación que la gente utiliza para protegerse; y la violencia difusa, que se presenta con fuerza pero cuyo origen es difícil de detectar.
Asimismo, la investigadora señaló la importancia analítica de diferenciar entre la violencia utilitaria y la violencia expresiva. La primera referida al ejercicio de la violencia como herramienta para alcanzar fines específicos, la cual se presentaba en épocas anteriores, y la segunda que tiene como fin exhibir las huellas de su poder total, un lenguaje del cual se ha apropiado el propio Estado, afirmó Reguillo.
La próxima sesión del Seminario Cultura y Representaciones Sociales, en la que participará Natividad Gutiérrez Chong, se llevará a cabo el 17 de junio a las 10:30 horas en el Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.
Técnico Académico del Departamento de Difusión del IIS-UNAM | cabrera@sociales.unam.mx