* Frente a la crisis de salud que atraviesa México, la producción local de alimentos es una alternativa

Ciudad de México, 23 de junio de 2017.- La palabra de origen nahuatl “quelite” se utiliza en México para nombrar una amplia variedad de hierbas comestibles, como hojas, tallos, flores y germinados. Quntoniles, chepiles, flor de calabaza, epazote, chaya, alaches o huauzontles, son algunos de los quelites que se consumen en el país, afirmó Robert Bye, investigador del Instituto de Biología de la UNAM.

Los quelites han sido importantes alimentos desde la época prehispánica, así lo registró Bernardino de Sahagún, al registrar más de 100 especies diferentes de quelites en el valle de México. Sin embargo, en la actualidad se ha perdido el 94 por ciento de dicha variedad, aseveró el investigador.

En la mayoría de casos, la germinación de quelites está relacionada con el sistema tradicional de cultivo conocido como “milpa”, el cual está basado en un conocimiento ancestral que debe conservarse, afirmó Edelmira Linares, investigadora del Instituto de Biología de la UNAM.

Asimismo, la académica señaló que los quelites, además de ser consumidos como alimentos, también poseen propiedades medicinales, como en el caso del alache, que tiene la capacidad de disminuir la glucosa.

En México, 11.3 millones de personas han sido diagnosticadas con diabetes y se estima que un 50 por ciento más padecen esta enfermedad. Asimismo, 25.5 por ciento de los adultos sufren hipertensión, ambas enfermedades causadas por la mala alimentación, señaló Amanda Gálvez, investigadora de la Facultad de Química de la UNAM.

Entre las causas de esta crisis de salud se encuentra la modificación en los hábitos alimenticios, ya que se han sustituido en la dieta de los mexicanos alimentos tradicionales por productos procesados, aseveró la investigadora.

Frente a este problema, los quelites han demostrado ser una alternativa saludable. Este aspecto ha sido comprobado en estudios que muestran la reducción en el índice glucémico de platillos tradicionales como el tamal con chaya y el arroz con alaches, aseguró Gálvez.

Estas reflexiones se realizaron como parte del seminario “Cultura y representaciones sociales”, coordinado por Gilberto Giménez, investigador del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, y Jorge A. González, investigador del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la UNAM.

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